CHAC MOOL, cultura Maya. Museo Nacional de Antropología, México.

MAGDA FRANK. BIOGRAFÍA

HÉCTOR TIZÓN.

Miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes.

Magda Frank (Fisher) nació el 20 de julio de 1914  en Kolozvar, Transilvania.Comienza sus estudios de arte en la Escuela Superior de Bellas Artes de Budapest, como integrante del  taller Beni Ferenczy. Más tarde, continúa con sus estudios en la Escuela Superior de Artes Aplicadas de Budapest; allí lo hace en el taller de Miklos Borsos, donde trabaja la piedra, madera y metal.

 

Luego de abandonar Hungría, huyendo de las persecuciones nazis, se instala en Berna, Suiza, donde es acogida por la familia Caille,  a la que realiza, en agradecimiento, varios retratos. Más tarde, se traslada a Paris, allí estudia en la Academia Julian, bajo las instrucciones del  maestro escultor Gimond, que la guía en sus búsquedas transmitiéndole:” Hay que hacer abstracción de la naturaleza; la construcción geométrica es el esqueleto de una escultura.

Con motivo de su primera exposición personal en la Galería Henry de Buenos Aires, Córdoba Iturburu escribe en el diario Clarín del 20 de junio de 1953:” La primera exposición que ella realiza nos pone frente a un auténtico valor, un espíritu vigoroso, un metier perfecto, siempre en búsqueda de renovación”.

Ese mismo año obtiene una beca de estudio  otorgada por el  gobierno francés. Tras su regreso a París expone en el Salón de La Escultura Joven una composición en piedra reconstituida, obra que actualmente pertenece al Museo de Arte Moderno de París.

 

Por  1955,  inicia una serie de composiciones especiales, en las que los vacíos cobran jerarquía dentro de sus obras; las formas negativas y positivas adquieren el mismo valor. Las líneas rectas dibujan el espacio, de la figura humana sólo queda el ritmo de sus proporciones

Sin título
Galerie Creuze, París 1962, Arcivo Casa Museo Magda Frank

Realiza una exposición individual en la Maison Internacionale de la Cité Universitaire de París. Al año siguiente es nombrada profesora en la escuela de Artes Visuales de Buenos Aires y  condecorada con medalla de Plata en el Salón de Rosario, Argentina. Expone, además, en la Galería Pizarro de Buenos Aires.

 

Participa en la Bienal de Saô Paulo de 1957, Brasil.

Ese mismo año, talla su primera escultura en madera y abandona para siempre el trabajo en arcilla. Emprende una extensa serie de estelas en madera y piedra.

 

 Años más tarde, es invitada a participar en el concurso Premio Palanza , que se realiza en Buenos Aires  recibiendo, también, el primer premio del Salón de Arte Moderno de la Plata, Argentina.

     

Para comienzos de la década del 60’, se radica nuevamente en París. Allí, participa de la Exposición Internacional de Escultura Contemporánea en el Museo Rodin y en el Salón Comparaisons. También expone en la Galería Creuza, en la Galería de la Universidad y en el Salón de Arte Latinoamericano en París. Es invitada al Salón de la Escultura Joven, en el que participará en reiteradas oportunidades, como así también del Simposio de Esculturas de Portoroz (ex Yugoslavia, hoy Croacia), donde crea su primera escultura monumental. Decide dedicarla a su hermano Béla:

En 1964, me invitaron al simposio de Escultura en Portoroz, Yugoslavia. Yo había pedido para mi trabajo un mármol de tres metros. Tallé duramente para finalizar mi obra a tiempo.</p

 

Una mañana, bajo el sol caliente, marchaba deprisa hacia la colina donde estaba el campo de creación. “Era el 20 de Julio, el día de mi cumpleaños, cumplía 50 años. Después de tanta a lucha, tantas dificultades, al fin podía realizar mi primera gran escultura. Y en un momento sentí en mí un escalofrío un mensaje. Una voz firme me ordenabalevanta tu cabeza y termina tu primer gran mármol, dedícalo a tu hermano Béla a quién mataron durante la guerra en este país. Así lo hice: cuando la escultura estuvo terminada, escribí en ellaEspíritu de la tierra, guarda el recuerdo de mi hermano Béla torturado a muerte por los nazis.

 

 En 1965, realiza una exposición individual en la Galería La Roue, París, por la que  recibe importantes críticas.

 “ (Magda Frank), presenta obras escalonadas a lo largo de varios años: las maderas tropicales, más antiguas, con su superficie dura y su magnífica materia marcada de vetas verdes oscuras o violetas son despojadas al extremo, como constreñidas. Mientras que las más recientes se ven animadas por un soplo más vivo, una suerte de movimiento de ascensión (Genevieve Bonnefoi, en Les Lettres Nouvelles, Mayo de 1965).

La unidad en la exposición de las maderas esculpidas y las piedras talladas de Magda Frank se deben a su sentido del equilibrio. Su escultura se sitúa en la concepción de un arte construido (Jeannine Lipsi, en Meaux-Arts (Bélgica) 13 de Junio de 1965.

 

En 1968, durante la presidencia de Charles de Gaulle, es convocada por el Ministro Malraux a participar en numerosos certámenes internacionales como el de los Juegos Olímpicos de Invierno en Grenoble, para el que se invitaron veinte escultores internacionales, Magda Frank realiza una de sus obras monumentales.

 

Más tarde, recibe la beca Creación Artística de Nueva York. Luego, realiza una obra de dos metros en piedra calcárea, para la entrada del edificio de la calle Vauthier número 15, en Boulogne-Billancourt (Francia) y expone en el Salón Comparaisons en París.

En 1970, realiza una exposición individual en la Galería de la Roue, París y expone en el Salón de los Artistas Húngaros residentes en el extranjero, Museo de Budapest.

 

Continúa dedicada por varios años a tallar obras monumentales: la escultura del C.E.S. de Saint-Romain de Colbosc, (Seine Maritime), la escultura para el edificio número 139 de la calle de L’Ouest, en el barrio 14 de París.

 

En 1972 realiza una exposición individual en la Old Jaffa Gallery, en Tel-Aviv. Al año siguiente formaliza la escultura monumental del C.E.S. de Saran-Orléans (Loiret). Presenta una Exposición individual en la Galería La Roue, París; consuma también las esculturas del C.E.S. de Ferrieres-la-Grande (Norte), la obra del C.E.S. Albert, Calmette, Limoges (1974) y la escultura monumental del liceo Finosello en Ajaccio, Córcega.

 

En 1975, presenta sus trabajos en la Exposición Artistas Húngaros, París. Continúa con sus trabajos monumentales, en esta oportunidad talla para el Liceo Edmond Rostand, Bagnères-de-Luchon (Haute Garonne) una escultura de 3 metros de altura en mármol gris de Arudy (1976) y una obra en piedra de Euville, para el Liceo Pasteur de Somain (Norte).Participa en el Festival de Arte Contemporáneo en Allones. Expone en Un siglo de diseño de Escultores, Museos de Pau y Calais (Norte). Ejecuta para C.E.T. Hôtellier de Metz-Borny, un grupo de siete esculturas en madera policromada de 1,80 a 2,40 de altura, y una escultura de piedra de 2,50 metros.

 

Expone en el Salón de Mayo, París y en la Exposición Dialogues, para la UNESCO, París. En 1977, expone en el Instituto Húngaro de París y en el Museo Vasarely de Budapest realiza una Exposición Retrospectiva, que luego  será itinerante por otras salas de Hungría.

Casa Museo Magda Frank, Buenos Aires, Argentina

 A  la edad de ochenta años, en  Argentina, es destacada con el premio Quinquela Martín, otorgado en el Museo Sívori y una distinción del Senado de la Nación a su excelsa obra. Recibió premios de distintas instituciones y realizó numerosas exposiciones.

 

En 1995, decide radicarse en  Argentina, para ello construye la Casa Museo Magda Frank situada en la calle Vedia 3546, en el barrio de Saavedra, donde se encuentran todas sus obras traídas desde Francia. Una vez instalada en su casa taller, se dedica a trabajar y exponer sus obras.

 

Y a lo que se dijo y citamos más arriba cuando expone por primera vez su obra en Buenos Aires, nos basta para reflexionar sobre la realidad y el arte, y por sobre todo de qué manera se imbrican sirviendo ambos a la realidad y ésta, recíprocamente a aquel.

 

En un primer y somero acercamiento podríamos decir que el arte nada tiene que ver con la realidad, aunque se parezca a ella. El arte es una exageración, una inexactitud, es una verdad demasiado verdadera para ser fácilmente creída. Se esculpe o talla, se pinta, se escribe algo que está más allá de lo que se ve, que lo trasciende. El arte, la obra de arte, no es una creación servil de la realidad. Se pinta o se esculpe no acerca de lo que está, sino de lo que ha pasado, o puede pasar. Siempre el arte evoca, y en la evocación está el ancho campo de la libertad del artista que es así, si se quiere, un falso cronista, un equívoco testigo, diría Platón, siempre más veraz que una mecánica o electrónica de la reproducción. Esto siempre fue así, desde Bellini hasta Homero.

 

Las obras de Magda Frank se encuentran en el Museo Nacional de Arte Moderno de París, el Museo Nacional de Bellas Artes de París, el Museo Nacional de Bellas Artes y otras salas.